miércoles, 17 de octubre de 2012

Recuperando saberes

En marzo de este año Nélida Curín  se acercó a la escuela con la intención de recuperar un aprendizaje que tenía olvidado, Siete meses más tarde está terminando una hermosa matra "algo grande para que mis hijos tengan algún día de recuerdo".
Nélida nació en Pichi Leufu abajo hace 64 años y vivió allí hasta los 23años. Con su mamá y su abuela comenzó a aprender a hilar lana, a tejer y a bordar. Junto a su hermana buscaron quien les enseñe telar y encontraron una abuela tehuelche que les transmitió la forma de hacer el tonon para tramar la lana y les enseñó a hacer matras. "En el campo, al haber lana, uno se entusiasma para tejer" cuenta Nélida.
Luego se trasladó a Bariloche y comenzó a trabajar en la casa de una familia francesa. Con ellos se fue a una estancia en Piedra del Aguila. "A la señora le gustaban mucho los tejidos y me dijo que ibamos a buscar quien nos enseñara. Cargamos la camioneta con maderas y lanas y terminamos en la Municipalidad de Piedra del Aguila, donde daban cursos. Ahí aprendí las labores (guardas)".
Un tiempo después, Nélida dejó de tejer. Tuvo sus hijos, y entre el trabajo y la crianza ya no se dedicó al tejido. "A los 35 años ya me había olvidado el labor, no me salió más".
Luego de jubilarse, Nélida volvió a sentir ganas de tejer. Y se acercó a La LLave para ver si alguien le enseñaba. A medida que el profesor, Benedicto Cotaro a cargo del taller de la Escuela la iba guiando, Nélida fue recuperando la técnica. Tenía lana hilada desde hacía 20 años y así emprendió el tejido de la matra para sus hijos. En este proceso, recordó también vivencias felices de su vida en el campo como esquilar, carnear e hilar, "cosas que ahora ya no podría hacer, me duele el alma si tengo que carnear".

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