Cuenta su historia Vilma Arias desde Mendoza:
La Llave para mi significo abrir la puerta hacia un mundo nuevo, mágico, lleno de arte, de sensaciones, de creatividad, de poder superarse uno mismo.
Fue en los años 1986 y 1987, todavía en calle Anasagasti. Yo vivía cerca, en la Fagnano. Soy de Mendoza y mi esposo consiguió trabajo allá y nos fuimos. Mientras mi hija iba al colegio, yo me inscribí para los cursos de pintura en tela y batik. Y fue el batik el que me abrió las puertas al mundo maravilloso del arte. El profesor, Charlie, me enseño a crear algo tan maravilloso como lo es un batik, y a amar tanto esa manera de expresarse que aun hoy pinto con todas las ganas y fuerzas esa técnica milenaria.
Fue el comienzo, "La Llave" que abrió mi mente y mi alma a la posibilidad de hacer lo que no sabía que amaba tanto, mi querido "batik".
Volví a Mendoza después de un tiempo, y seguí pintando, creando y exponiendo, hasta llegar al día de hoy a ser Secretaria de la Sociedad de Artistas Plásticos de Mendoza. Acá esa técnica es poco conocida, y solo se usa para tapices étnicos. Yo, gracias a Charlie y sus enseñanzas, he logrado cuadros seleccionados en varios Salones de la Provincia, y en marzo de este año tuve la suerte de exponer en San Luis una Muestra Individual a la que denomine BATIK - ARTE MILENARIO.
Todo lo que soy en el arte, y todo lo que pueda llegar a ser, se lo debo a mi escuela querida La Llave. Me faltan palabras para agradecerle lo que a mi vida le aporto el paso por sus aulas queridas.
Creo que el tiempo borro los registros de esa época, ya que hace unos años me acerque por mi certificado y no me lo pudieron hacer, lo que no quita que mis primeros pasos los di allá.
Desde Mendoza, agradezco con el alma a mi amada escuela La Llave por todo lo que me enseño.
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