Desde la provincia de Buenos Aires nos escribió Claudia Suarez:
Paso a contarles que viví maravillosos años en Bariloche, actualmente vivo en Ramos Mejía, prov. de Bs As, y en esos tiempos trabajando de maestra de dibujo, en la escuela que está ubicada detrás del edificio de La Llave, no recuerdo el número del establecimiento, conocí la escuela de arte La Llave, y tome clases de grabado y monocopias con la docente Patricia Alcaide. Excelente artista y mucho mejor persona (sé que no la está pasando bien de salud en este momento) va aquí toda mi admiración y respeto a esta grandiosa maestra, que supo dar todos sus conocimientos con mucha creatividad y la humildad que caracterizan a los grandes. Recuerdo el taller amplio, luminoso y con vista al lago N. Huapi, desde el alto se veía inspiradora belleza y entre mates y tintas, rodillos y prensa, la pasábamos súper bien. Tampoco recuerdo las fechas con exactitud, fue entre el 1989 y 1992. Volvería gustosa a tomar clases de grabado en La Llave cuando me invitan, suelo ir a Bariloche a visitar amigos y familiares. Actualmente tomo clases de grabado en la ciudad de Pilar con el maestro Gustavo Fernández, maestro y restaurador del museo del grabado, altamente recomendable por su talento, trayectoria artística y por su calidad de ser humano.
Paso a contarles que viví maravillosos años en Bariloche, actualmente vivo en Ramos Mejía, prov. de Bs As, y en esos tiempos trabajando de maestra de dibujo, en la escuela que está ubicada detrás del edificio de La Llave, no recuerdo el número del establecimiento, conocí la escuela de arte La Llave, y tome clases de grabado y monocopias con la docente Patricia Alcaide. Excelente artista y mucho mejor persona (sé que no la está pasando bien de salud en este momento) va aquí toda mi admiración y respeto a esta grandiosa maestra, que supo dar todos sus conocimientos con mucha creatividad y la humildad que caracterizan a los grandes. Recuerdo el taller amplio, luminoso y con vista al lago N. Huapi, desde el alto se veía inspiradora belleza y entre mates y tintas, rodillos y prensa, la pasábamos súper bien. Tampoco recuerdo las fechas con exactitud, fue entre el 1989 y 1992. Volvería gustosa a tomar clases de grabado en La Llave cuando me invitan, suelo ir a Bariloche a visitar amigos y familiares. Actualmente tomo clases de grabado en la ciudad de Pilar con el maestro Gustavo Fernández, maestro y restaurador del museo del grabado, altamente recomendable por su talento, trayectoria artística y por su calidad de ser humano.
Quiero que sepan que permanece intacto el cálido recuerdo de La Llave en mi sentir. Mi paso por esa escuela, abrió para siempre aquella pasión por el grabado que empezó cuando muy joven curse la Esc. Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, aquí en Bs As, donde termine mis estudios, siguió en La Llave y hoy sigue siendo ese apasionado vicio, que sigue instalado en mi alma.
Desde aquí un abrazo de luz que llegue a la Patagonia y todo mi amor para La Llave y todos los que hacen posible su existencia, muchísimas gracias ¡¡¡¡ viva el arte en todas sus expresiones !!!!!!!!
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